Una madrugada de oro y euforia vivió Cuenca el jueves 1 de agosto del 2024. Daniel Pintado Álvarez, su hijo ilustre, irreverente ante los grandes ‘monstruos’, conquistaba el Olimpo, al pie de la mismísima Torre Eiffel, emblemática de París, ciudad de las luces.
Ese día, Daniel nos daba una lección del convencimiento que debemos tener sobre nuestras capacidades y de poder para grandes conquistas. Semanas antes, en una entrevista a profundidad que nos brindó, se manifestaba muy convencido que iba por una medalla de oro en su tercera participación en Juegos Olímpicos. Y sí que fue la de oro en los 20 km. marcha, 28 años después de igual logro olímpico de Jefferson Pérez Quezada, en Atlanta 1996.
Y claro que nos tenía reservado un segundo alegrón. Una semana después, el 7 de agosto, Daniel Pintado y Glenda Morejón le entregaban a Ecuador la medalla de plata en la maratón de marcha relevos mixtos en París 2024.
Así, con estas hazañas, se confirmaba el mejor e histórico momento que hoy vive el atletismo ecuatoriano, convertido en el deporte número del país en la actualidad.
Es que, a lo largo los últimos 10 años, insignes protagonistas han escrito un sinnúmero de páginas históricas y llenas de gloria, entre títulos, medallas, récords y diplomas olímpicos y mundiales. Y que se perennizan en la ruta de las páginas y capítulos de este libro “La década de oro del atletismo ecuatoriano. Dejando una huella imborrable”.
Esta memoria histórico fue concebida y desarrollada con base en la trayectoria periodística por más de 35 años de Jaime Plaza y la experiencia dirigencial de Manuel Bravo, quien presidiera la Federación Ecuatoriana de Atletismo durante los 10 últimos años. Todo el contenido es fortalecido con las estadísticas muy bien manejadas por el argentino Luis Vinker, un estadista de larga data.
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El título mundial de Juleisy Angulo
Para mejor evidenciar, el disparo de partida es con las siete medallas mundiales de los velocistas Maribel Caicedo (100m. vallas), Ángela Tenorio (100m. y 200m. planos) y Álex Quiñónez (200m. planos).
Y la gran Juleisy Angulo que rompió la historia al ser la primera ecuatoriana en alcanzar una presea de oro en un Mundial de Atletismo, categoría absoluta.
Álex nos puso en el carril de las proezas desde aquella vez que estuvo, junto a la leyenda Usain Bolt, en la línea de partida de la final de los 200m. planos en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Hasta que se convirtió en el primer velocista ecuatoriano en conquistar una medalla de bronce mundialista. La ganó en el Campeonato Mundial de Atletismo de Doha, en el 2019.
Juleisy escribió su hazaña en el Campeonato Mundial de Atletismo 2025, aquella noche del sábado 20 de septiembre (amanecer en Ecuador), desatando la euforia entre una reducida delegación ecuatoriana en el Estadio Nacional de Tokio. La acuciosidad de una nube de camarógrafos y fotógrafos eternizó esos minutos de oro para el atletismo ecuatoriano.
La marcha atlética, potencia mundial
Un tramo de infinitas emociones está reservado para la marcha atlética, aquella disciplina que le ha catapultado a Ecuador como una gran potencia mundial. La huella sembrada por el legendario Jefferson Pérez Quezada trazó el camino para grandes hazañas protagonizadas por una generación de marchistas de oro.
En esta travesía, paso a paso, Daniel Pintado, Glenda Morejón, David Hurtado, Andrés Chocho, Jordy Jiménez, Paola Pérez, Magaly Bonilla, Claudio Villanueva, Karla Jaramillo, Mauricio Arteaga… se fueron consolidando como estrellas indiscutibles en el firmamento mundial.
Hasta que Paula Torres irrumpió con pasos muy firmes en ese espacio exclusivo. Marcó territorio con la medalla de bronce en los 35 km marcha y cuarto lugar en 20 km marcha en el Campeonato Mundial de Atletismo en Tokio 2025.
Un indicio de que vendrían grandes éxitos fue con preseas como la de oro de Glenda Morejón en los 5.000m. marcha en Campeonato Mundial de Atletismo Sub-18, en Nairobi, Kenia 2017.
Al año siguiente llegó una mejor cosecha con la de oro de Óscar Patín, en los 10.000m. marcha de los Juegos Olímpicos de la Juventud, en Argentina. También la de plata de David Hurtado en los 10.000m. marcha en el Mundial de Atletismo Sub-20 de Finlandia. Una más de plata del equipo femenino en los 50km. de la Copa Mundial de Marcha en Taicang, China.
Y el firmamento de las estrellas comenzó a sucumbir ante la figura de Daniel Pintado, desde el día que llevó de la mano al equipo ecuatoriano hacia el título por equipos en los 20km. del Campeonato Mundial de Marcha, en Omán 2022. Allí también Glenda Morejón se proclamaba campeona individual en los 35km.
Un año después, Daniel se consolida con su medalla de plata en los 35km. marcha en el Campeonato Mundial de Atletismo de Budapest.
También ha sido una fructífera cosecha de medallas, trofeos y grandes participaciones de los atletas ecuatorianos en certámenes iberoamericanos, panamericanos, sudamericanos, bolivarianos, torneos Sub-18, Sub-20, Sub-23 y Absolutos.
Todos estos logros acrecentaron a la marcha ecuatoriana e hicieron que su imagen trascienda como una potencia a escala mundial. A ese prestigio se sumó que Andrés Chocho trascienda fronteras al ser contratado por Perú para dirigiera a Kimberly García hasta convertirla en doble campeona mundial. Además de ser el conductor de Daniel Pintado, César Rodríguez (Perú) y ahora también de Paula Torres, novena de París 2024 y bronce en el Mundial de Atletismo Tokio 2025.
El legado de Luis Chocho
Es ineludible rendir tributo a la huella profunda dejada por Luis Chocho Sanmartín, quien, con su sabiduría y mirada aguzada, descubrió y moldeó a grandes talentos que llegaron a ser campeones olímpicos y mundiales. Ahora, ese legado lo heredó su hijo Andrés.
En un mismo sendero se perennizan nombres como Julio Chuqui, Rocío Guerrero, Nelson Gutiérrez, Jorge Casierra, Celso Cortez, Fátima Navarro, Luis González, Flavio Corozo, Giovan Delgado y muchos otros. De ellos es el compromiso de planificar, dirigir y supervisar para encaminar a grandes campeones en las siete áreas del atletismo: velocidad, semifondo-fondo, marcha, saltos, lanzamientos, pruebas combinadas y trail. Lo valioso es que también están empeñados en forjar personas fortalecidas de valores.
De la mano de sus enseñanzas se han levantado las actuales figuras como las velocistas Anahí Suárez, Ángela Tenorio y Nicole Caicedo, las maratonistas Rosalva Chacha, Silvia Ortiz, Mary Granja y Paola Bonilla o los marchistas David Hurtado, Paula Torres, Iván Oña y una lista interminable.
Los nuevos talentos
A la vez que encaminan a los nuevos talentos para la necesaria renovación. Pamela Barreto, Stiven Méndez, Pablo Ñauta, Patry Valdez, Jessiel Pérez, Kristel Méndez, José Luis Guevara y otros más se alinean en esa nueva constelación de campeones.






Todas estas historias de gloria y páginas escritas por el atletismo ecuatoriano en esta década de oro están cimentadas en una base sólida. Gestiones y decisiones asumidas con liderazgo y con trabajo dirigencial en equipo, planificación a largo plazo y sustentada en normas de calidad constituyeron el dínamo para brillar con intensidad en escenarios mundiales.
Y sí que trascendió a nivel de convertirse en un modelo para las demás federaciones nacionales y organismos regionales. De eso dan crédito reconocimientos como el de la World Athletics, que catalogó a la Federación Ecuatoriana de Atletismo entre las tres mejores del mundo en el 2021. Y no es para menos, el atletismo es el deporte de mayores resultados en los dos últimos Juegos Olímpicos: Tokio 2020 +1 y París 2024.
Un tributo a los éxitos del atletismo ecuatoriano y a la gestión dirigencial en el 2024 llegó desde el Centro de Pensamiento Deportivo de Latinoamérica y el Caribe. Premió con el Heracles de Oro a Daniel Pintado como Mejor Atleta Latinoamericano – Área Sudamérica; Andrés Chocho, Mejor Entrenador; y a Manuel Bravo, Mejor Dirigente. Se han sumado entidades como el Comité Olímpico Ecuatoriano y los gremios del Periodismo Deportivo Nacional .
Este transitar por estas páginas, escritas en oro en la última década escritas, se enriquece aún más con grandes kilates de las estadísticas. Es una magnífica contribución de Luis Vinker, un gran estadista y conocedor de largo aliento del atletismo argentino, sudamericano y mundial.
La vara queda muy alta y superar ese parámetro es el desafío queda en las mejores manos. Como el nuevo líder, Jefferson Pérez, el doble medallista olímpico y cinco veces campeón mundial, de seguro apelará a sus vivencias, preparación profesional y experiencia en gestión empresarial. Irá de la mano junto a un equipo dirigencial apasionado por el atletismo.
Este libro es un seguir en esta ruta, como un testigo privilegiado como hasta ahora durante más de 35 años de un fructífero caminar.